10.02.19

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos

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En más de 80 países a través del mundo, militar por el respeto de los derechos humanos es una actividad de alto riesgo y los grupos e individuos que se comprometen a hacerlo se convierten en objetivo privilegiado de autoridades y de grupos privados que recurren a desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias o a la tortura, para callarlos.

Dependiendo de las regiones, este tipo de represión se traduce en seguimientos, amenazas e intimidaciones, incluidas las familias, campañas de difamación organizadas por los medios oficiales, prohibiciones para abandonar el país o para regresar a él, hostigamiento en el lugar de trabajo, arrestos y detenciones arbitrarias, malos tratos e inclusive asesinatos. La impunidad de la cual benefician los autores de estas violaciones es especialmente preocupante.

La adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948, representó un paso decisivo, aunque no suficiente, para asegurar que las personas que evocan los derechos elementales consagrados en la Declaración – como la libertad de expresión o de opinión – sean protegidos contra la represión de los gobiernos o de grupos privados. Seria necesario aun que los individuos pudieran exigir, sin riesgo, que los derechos consagrados en la Declaración, al igual que los instrumentos internacionales que la complementan sean respetados.

Con esa finalidad la OMCT y otras ONG se movilizaron para que fuera adoptado un texto que asegurase la protección a estos grupos e individuos. Esta “Declaración sobre el derecho y la responsabilidad de los individuos, grupos y órganos de la sociedad para promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidas” fue adoptada en diciembre de 1998, en el marco del 50° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

No existe ninguna definición formal ni exhaustiva de lo que es un defensor de derechos humanos, lo cual evita formular una interpretación muy restrictiva. Sin embargo, el Observatorio decidió adoptar la siguiente “definición operacional”, con el fin de demostrar la flexibilidad en el examen de los casos recibidos y transmitidos: “toda persona que corra el riesgo o que sea víctima de represalias, de hostigamiento o de violación de sus derechos a causa de su compromiso, de conformidad con los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos, individualmente o en asociación con un tercero, a favor de la promoción y de la puesta en marcha de derechos reconocidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y garantizados por los diferentes instrumentos internacionales”.

A título Individual o como miembros de una ONG, se trata de personas que, por medios pacíficos, investigan sobre las violaciones de los derechos humanos, informan al público sobre tales violaciones, organizan campañas y transmiten esa información. Abogados que defienden la causa de los presos políticos y su derecho a un juicio justo, madres de los desaparecidos que marchan para exigir la verdad sobre la suerte de sus hijos, periodistas, profesores, sindicalistas que luchan por el respeto de sus derechos económicos, comunidades campesinas e indígenas que se organizan para defender el reconocimiento de sus derechos, organizaciones que luchan contra la impunidad de los autores de violaciones de los derechos humanos…Todos pueden ser víctimas de represión.

«Muchas gracias por su solidaridad de vieja data. Esa solidaridad ha sido particularmente valiosa durante el tiempo que estuve detenido el año pasado, y contribuyó, sin duda alguna, para mi liberación en junio pasado. Cuando se vive bajo un régimen autoritario y obscurantista, en una sociedad paralizada por el miedo, el solo hecho de pensar que no estamos olvidados en el fondo de nuestras celdas nos aporta una luz y una fuerza salvadoras. Gracias a su apoyo y al de otras personas, pude continuar mi compromiso en defensa de los derechos humanos”. - Defensor. Siria.

Lo que define al defensor es, entonces, su compromiso en favor de los derechos civiles y políticos, pero también en favor de los derechos económicos, sociales y culturales.

Los riesgos que corren los defensores son, entre otros, la prisión, el hostigamiento, los actos de intimidación, la tortura, el ataque a su reputación, las represalias contra su entorno, la muerte. Muchas veces, las sedes de las ONG son objeto de ataques durante los cuales son robados los expedientes y el material informático es destruido, privando de esta manera a los defensores de sus herramientas de trabajo.

Estos riesgos son mayores en las situaciones de conflicto interno, en los países donde el poder judicial no goza de la independencia necesaria para sancionar a los autores de las violaciones, y cuando aquél es instrumentalizado para obstaculizar las actividades de defensa de los derechos humanos.

Después de los eventos del 11 de septiembre de 2001, la sospecha hacia los defensores de derechos humanos se tornó aun más grave; un gran número de gobiernos adoptaron legislaciones antiterroristas que restringen las libertades fundamentales. La amenaza terrorista podría entonces ser utilizada para dificultar el trabajo legítimo y pacífico de los defensores. Los riesgos de complicación son reales y conviene estar atentos para que las personas que, en nombre de la libertad de expresión, levantan sus voces para defender los derechos humanos, no sean consideras como enemigos del Estado o acusadas de causar perjuicio a la seguridad nacional.

La OMCT fue pionera en la protección de los defensores de derechos humanos. El Grupo SOS-Tortura cuenta actualmente con 311 organizaciones miembros con mandatos muy variados: Organizaciones de defensa de los niños, de las mujeres, de las poblaciones indígenas, de los prisioneros políticos, etc. Gracias al número y la variedad de sus asociados, la OMCT pudo entonces, desde su creación, evaluar el papel fundamental que tienen los defensores en el crecimiento de una sociedad civil dinámica, al mismo tiempo que crecía la represión de la cual ellos son objeto. La OMCT denuncia sistemáticamente las violencias cometidas contra ellos, y ha publicado dos informes sobre las violaciones de los derechos de los defensores, cubriendo lo períodos 1992/1996 y 1997.

Asociada con la FIDH, la OMCT creó, en 1997, el Observatorio para la protección de los derechos humanos, una colaboración única basada en la complementariedad de los enfoques de las dos organizaciones y que se apoya sobre sus respectivas redes. Paralelamente, se han desarrollado numerosas reuniones sobre ese tema, culminando en el Forum 1998 que reunió a más de 600 ONG de 60 países, justo antes de la adopción, por parte de las Naciones Unidas, de la Declaración sobre los defensores de los Derechos Humanos, de 1998.

La OMCT y el Observatorio contribuyeron ampliamente a la creación de un mandato de protección de los defensores de derechos humanos en el seno de las Naciones Unidas, en 2000, así como a la inclusión de este tema en el programa de las principales organizaciones regionales (Comisión Africana, Comisión Interamericana, OSCE, etc.). La sensibilización de los políticos que deciden así como de la opinión pública, también fueron un objetivo prioritario del trabajo realizado.

Los principales objetivos del programa «Defensores de Derechos Humanos» son:

  • Interpelar a la comunidad internacional sobre los casos de hostigamiento y represión de los defensores de derechos humanos. Gracias al Observatorio y a la colaboración con otros programas de la OMCT, el programa «Defensores » asegura un sistema de intervenciones urgentes. Cada vez que el Observatorio conoce un nuevo caso de represión contra un defensor, la información es verificada con los asociados de la OMCT y/o de la FIDH y se inicia una acción en el plazo más breve posible, bajo la forma de un llamado urgente, de un comunicado de prensa o de una carta a las autoridades, según el caso.
    Entre 1997 y 2001, el Observatorio realizó más de 600 intervenciones urgentes relacionadas con cerca de 1.000 defensores en más de 60 países. Esas intervenciones permitieron la liberación de algunos defensores y el mejoramiento de la situación de otros muchos que eran víctimas de hostigamiento.
  • Ofrecer una ayuda concreta y personalizada a través de misiones internacionales de investigación, de misiones de observación y de apoyo judicial, de misiones de solidaridad y de la concesión de una asistencia material a los defensores y a las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
  • Desde la creación del Observatorio, más de 40 misiones internacionales de investigación, de observación judicial y de solidaridad han sido realizadas. Las misiones de investigación tienen por objeto recoger informaciones sobre la situación de los defensores en un país dado y hacerlas públicas. Las misiones de observación judicial deben apoyar a los defensores que son objeto de persecuciones, a menudo arbitrarias, para que todas las garantías de un proceso justo y equitativo sean respetadas, y para alertar la comunidad internacional si fuera el caso. La asistencia material permite especialmente evacuar defensores que se encuentran en grave peligro o de apoyar organizaciones que corren peligro de desaparecer por falta de medios (por ejemplo, luego de la destrucción de su material de trabajo durante un ataque).
  • Movilizar a la sociedad civil y a la opinión internacional a través de la elaboración, la publicación y la difusión de Informes relativos a las violaciones de los derechos y de las libertades de las personas o de las organizaciones que actúan en favor de los derechos humanos en el mundo. El Observatorio publica cada año un informe anual, que comprende todas las intervenciones urgentes realizadas durante el año, su seguimiento, así como análisis temáticos sobre la situación de los defensores de los derechos humanos. Este trabajo es presentado durante el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra. Un boletín mensual en tres idiomas (francés, inglés, español), que contiene un resumen de todas las acciones iniciadas durante el mes anterior, también es ampliamente difundido y es disponible en el sitio.
  • Promover y reforzar los mecanismos internacionales y regionales de protección de los defensores ante las diversas instancias intergubernamentales, regionales e internacionales, especialmente la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, la Unión Africana, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y la Unión Europea.
  • Formar a los defensores sobre el tema de los instrumentos internacionales y regionales para reforzar su capacidad de acción y favorecer la creación de redes nacionales y regionales de protección (intercambio de experiencias, estrategias de protección, papel de la ONG internacionales) y desarrollar una red de expertos, abogados y periodistas que apoyen el trabajo de los defensores de los derechos humanos.