Belarús un año después

El 9 de agosto de 2020, Belarús celebró unas elecciones presidenciales que concedieron oficialmente otro mandato a Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994. Decenas de miles de bielorrusos consideraron que las elecciones estaban amañadas y salieron a la calle en protestas masivas y pacíficas.
Lo que siguió fueron detenciones masivas, palizas e incluso la tortura de un gran número de ciudadanos. En los últimos meses, esta represión sin precedentes se ha centrado cada vez más en activistas de derechos humanos, periodistas independientes, abogados que han asumido la defensa de las víctimas de la brutalidad policial o simplemente ciudadanos de a pie que han defendido sus creencias. Se han cerrado medios de comunicación y se están "liquidando" grupos de derechos humanos, según el término oficial que se remonta a la época estalinista.
Hemos entrevistado a cinco bielorrusos: tres activistas de derechos humanos, un abogado y una periodista fotográfica. Todos ellos han pagado un alto precio por su creencia en los derechos humanos, el Estado de Derecho o simplemente la verdad: detenciones y palizas, pérdida de empleos, organizaciones cerradas, exilio forzoso, separación de la familia.
A pesar de todo, comparten una fuerte confianza en el potencial de su país y una esperanza inquebrantable de que el mañana será mejor que el presente. Lea sus historias y mira nuestro video (subtítulos en inglés).