Colombia
25.04.01
Intervenciones urgentes

Colombia: Masacre en el Alto de Naya, más de 35 muertos.

Caso COL 250401

El Secretariado Internacional de la OMCT solicita su intervención urgente en la siguiente situación en Colombia.

Descripción de la situación:

El Secretariado Internacional de la OMCT recibió informaciones sobre la ocurrencia de una cruel masacre por parte de un grupo paramilitar que asesinó a más de 35 personas en la zona conocida como el Alto de Naya, en el Departamento del Cauca.

De acuerdo con las informaciones de varias fuentes confiables entre ellas la Asociación Nacional de Ayuda Solidaria (ANDAS), un grupo de cerca de 500 miembros del « Bloque Farallones » de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), incursionó violentamente, el pasado 11 de abril del 2001, en las veredas Patio Bonito, El Ceral, La Silvia, La Mina, El Playón, Alto Seco, Palo Grande y Río Mina, ubicadas sobre el Camino Real que conduce del Resguardo de La Paila al Alto Naya, asesinando a su paso a más de 35 labriegos, en su gran mayoría indígenas y de las comunidades afrocolombianas.

Las mismas informaciones destacan la manera brutal como los asesinos actuaron. Varias víctimas fueron asesinadas con arma blanca y otras fueron degolladas, también fueron utilizadas motosierras. Después de proferir todo tipo de acusaciones en su contra, los pobladores fueron asesinados en medio del horror y el llanto de sus esposas, hijos y familiares. Se conoce de una joven de 17 años de edad que fue totalmente descuartizada y de la muerte de dos menores más, hijos del Sr. Manuel Quicunu.

Según los informes, aún no se conoce el número total de víctimas de las veredas La Paz y la Vega, en donde los pobladores fueron reunidos en las escuelas y posteriormente fusilados a sangre fría. Las versiones iniciales establecen que los habitantes de Río Mina y El Crucero, fueron reunidos en una cancha de fútbol, donde se les notificó que tenían seis horas para abandonar la región y que el motivo de su presencia era « dar de baja a subversivos y colaboradores de la guerrilla ». Uno de los pobladores, quién se atrevió a interrogar las razones del destierro y si podrían llevar consigo algunos de sus pertenencias, fue asesinado de inmediato por el comando armado.

Otro campesino, quien fue objeto de tortura psicológica por medio de la simulación de su asesinato relató que, el miércoles 11 de abril: « Llegaron por todos lados y rodearon el restaurante (una carpa de plástico sobre cuatro palos, a la orilla del camino). El jefe se me paró al frente y me dijo : « nos devolvimos a matarlo, porque la orden es liquidar a todo el que veamos. Allí abajito acabamos de matar a dos hijos de puta. Bala es que les vamos a dar a estos perros ». Pero sonaron tres tiros y se fueron. ¡Ahhh!, pero antes de perderse, el tipo me preguntó: « ¿Usted por qué tiembla? » Y le respondí, con los dientes que me bailaban: ¿y usted qué quiere con esas cosas que me dice? ».

Los informes agregan que, hasta hoy, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI), sólo ha logrado la identificación de los cuerpos de las siguientes personas, Sres.: Blanca Flor Dizu Dagua, Gladys Ipia (presentaba amputación de las manos y cabeza), Rafael Uguetia, Rolando Castañeda Ambula, José Orlando Cabrera, Esteban Delgado, Alexánder Serna Quira, Guillermo León Trujillo Gómez, Jesús Antonio Ipia, Daniel Suárez Franco, Gonzalo Osorio, Humberto Arias, Cayetano Cruz (su cuerpo fue cercenado y quemado), William Rivera, Wilson Casos Guetio, Luis Omar Aponzá, José Muriel Mina Carabalí, el menor de edad Evelio Guetio Guegia, Jorge Valencia Ipia, Esteban N. (su cuerpo estaba disperso por el lugar) y Guillermo N.

Además, la Fiscalía manifestó que ha podido recuperar 20 cuerpos pero que se estima que por lo menos otros 15, que no han podido ser encontrados, estarían dispersos por la región. Sin embargo, los pobladores afirman que podrían ser más de 50 los asesinados. Las informaciones agregan que la masacre precipitó el desplazamiento masivo de la población. Esta movilización humana es de alto riesgo, puesto que tomó el camino de los desfiladeros que conducen a los sitios La Concha y Puerto Merizalde para intentar buscar refugio en Buenaventura. Los sobrevivientes encontraron a lo largo de la vía 24 cuerpos, uno de ellos perteneciente a una mujer, quien estaba amarrada a un árbol y cuyas manos fueron amputadas, además encontraron ropas rasgadas de hombres y mujeres, tiradas a lado y lado del camino, colgadas de los troncos secos o pendiendo de las ramas en los desfiladeros.

Los informes destacan con extrañeza que, después de la ocurrencia de la masacre, la Fuerza Pública a través de las declaraciones dadas por el Comandante de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, Brigadier General Francisco René Pedraza, manifestaron que el informe era de « tranquilidad en el área aunque se conoce de enfrentamientos entre grupos insurgentes irregulares por el dominio de la zona ». Sin embargo, numerosas informaciones hablan de la movilización de un nutrido grupo de paramilitares desde Buenaventura hacia Puerto Merizalde, Monchique y La Concesión para intentar reunirse con la columna paramilitar que busca llegar del Alto Naya desde el Resguardo de la Paila, por lo cual, el Defensor del Pueblo, Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz, pidó al Gobierno Nacional proteger a los habitantes del Alto Naya quienes buscan refugio en Timba y en otras poblaciones.

El Secretariado Internacional de la OMCT había recibido información de la Asociación Nacional de Ayuda Solidaria (ANDAS), miembro de la red de la OMCT, sobre el desplazamiento de cerca de 7000 (siete mil) personas que huían de las fuerzas paramilitares que avanzaban por el Camino Real del Naya, al sur del departamento del Valle del Cauca (ver Llamado COL 130401).

El Secretariado Internacional de la OMCT nuevamente condena estos nuevos hechos de extrema violencia, la cruel persecución contra la población civil, la aparente impunidad de los autores y la omisión de medidas efectivas de protección por parte de las autoridades municipales, gubernamentales y nacionales para prevenir estos hechos, que como en el presente caso, ya habían sido anunciados por medio de frecuentes amenazas.

Acción solicitada:

Favor escribir a las autoridades Colombianas urgiéndolas a :

i. poner en marcha medidas especiales que garanticen la seguridad y la integridad física y psicológica de la población sobreviviente de la masacre del Alto de Naya que se encuentra en éxodo hacia Buenaventura y hacia otros municipios;

ii. ordenar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial en torno a los hechos arriba mencionados con el fin de identificar a los responsables, llevarlos a juicio y aplicarles las sanciones penales, civiles y/o administrativas previstas por la ley;

iii. dar cumplimiento inmediato a las recomendaciones dadas por los organismos internacionales y regionales de derechos humanos, incluyendo la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos ;

iv. garantizar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en todo el país de conformidad con las leyes nacionales y las normas internacionales de derechos humanos.

Direcciones:

· S.E. Andrés Pastrana Arango, Presidente de la República, Carrera 8 n°. 7-26, Palacio de Nariño, Santa Fe de Bogotá. Fax: (+57 1) 286 74 34; (+57 1) 286 68 42; (+57 1) 284 21 86
· Doctor Luis Fernando Ramírez, Ministro de la Defensa, Ministerio de Defensa Nacional, Avenida El Dorado con carrera 52 CAN, Santa Fé de Bogotá, Fax: (+57 1) 222 18 74
· Doctor Armando Estrada Villa, Ministro del Interior, Ministerio de Gobierno, Cra. 8 n°. 8-09 SantaFe de Bogotá, Palacio de Nariño. Santa Fe de Bogotá. Fax: (+57 1) 286 80 25
· Doctor Edgardo Maya Villazón, Procurador General de la Nación, Carrera 5 n°. 15-80, Santa Fe de Bogotá. Fax: (+57 1) 342 97 23; (+57 1) 281 75 31
· Doctor Alfonso Gómez Méndez, Fiscal General de la Nación, Diagonal 22 B n°. 52-01, Santa Fe de Bogotá. Fax: (+57 1) 570 20 22.
· General Fernando Tapias Stahelin, Comandante de las Fuerzas Militares, Avenida el Dorado, Cra. 52, Santa Fe de Bogotá. Fax: (+57 1) 222 29 35
· Representaciones Diplomáticas de Colombia en sus respectivos países

Ginebra, 25 de abril del 2001

Favor informarnos sobre cualquier acción realizada acerca del presente caso, citando el código del presente llamado en su respuesta.