Colombia
25.03.04
Intervenciones urgentes

Colombia: Carta Abierta a Álvaro Uribe Vélez

Carta Abierta a Álvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia

Paris, Ginebra, 25 de marzo de 2004

Su excelencia,

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), desea expresar su extrema preocupación acerca de la situación de hostigamiento y amenazas que sufrieron los miembros de la delegación Colombiana a causa de su participación en el XXXV Congreso Mundial de la FIDH, realizado en Quito entre el 1 y 6 de marzo de 2004.

El 2 de marzo, en el momento en el cual el líder indigena kankuamo Gilberto Arlanht Ariza denunciaba ante la comunidad internacional durante este evento el genocidio del que viene siendo víctima el pueblo Kankuamo desde 2001, un grupo armado irrumpió en el domicilio del líder indígena en Bogotá, disparó contra la puerta, agredió a las personas que se encontraban allí, y proferió amenazas contra ellas y Gilberto Arlanht Ariza.

El 3 de marzo, circularon durante una asamblea general que tenía lugar en la Universidad del Tolima, Colombia, unos panfletos acusando a Germán Acosta y Diego Sierra, dos estudiantes que asistían al Congreso de la FIDH, de pertenecer a la guerrilla. Acusaban también los panfletos a otros miembros del Comité Estudiantil de Bienestar Universitario de apoyar acciones de protesta de tipo violento. Teniendo en cuenta el reciente movimiento de paramilitarización de la Universidad de Tolima, estas acusaciones son susceptibles de poner en grave riesgo la vida e integridad personal de los estudiantes señalados.

El Observatorio recuerda que la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia era el tema central del XXXV Congreso Mundial de la FIDH, razón por la que se había previsto una amplia representación de defensores de derechos humanos y de testigos que vinieron a Quito desde Colombia para denunciar la grave crisis humanitaria y de derechos humanos que vive el país. De hecho, dicho Congreso había sido previsto inicialmente en Colombia, y transladado a Quito a causa de su actitud hostil hacia los defensores de los derechos humanos.

El Observatorio recuerda también que estos hostigamientos se producen en un contexto de continuos asesinatos, desapariciones y amenazas ejercidos contra los defensores de derechos humanos, sindicalistas y miembros de la sociedad civil en Colombia. El Observatorio recuerda que Colombia, de acuerdo con la Declaración sobre los defensores de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea general de la ONU el 9 de diciembre de 1998, tiene el deber de proteger el Derecho de toda persona " individual o colectivo, promover la protección y el respeto de los derechos humanos, de las libertades fundamentales, tanto en el plano nacional como internacional y a esforzarse por ellos " (Art.1) ), y de garantizar "la protección de toda persona, individual o colectivamente, frente a toda violencia o represalia, discriminación, negativa de hecho o de derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria del ejercicio legítimo de los derechos mencionados en la presente Declaración " (Art.12.2). Tales obligaciones del Estado se encuentran igualmente proclamadas por la resolución sobre Defensores de Derechos Humanos en las Américas [AG/RES. 1671 (XXIX-O/99)], adoptada por la Organización de los Estados Americanos el 7 de junio de 1999.

Por consiguiente, el Observatorio le urge a que tome todas las medidas oportunas para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de Gilberto Arlanht Ariza, German Acosta y Diego Sierra, así como de cada persona que ejerce labores de contestación pacifica y/o de denuncia nacional e internacional sobre la situación en Colombia.

Confiando en su apego por los derechos humanos, muy atentamente,





Sidiki KABA Eric SOTTAS
Presidente de la FIDH Director de la OMCT