Informe anual 2021
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Partenariados culturales

Desde su comienzo en 2003, la OMCT ha colaborado estrechamente con el Festival de Cine de Derechos Humanos de Ginebra (FIFDH). Cada año, entregamos un premio de 5.000 CHF a la dirección de una obra que haya puesto de relieve una situación particularmente difícil que demuestre la vital importancia de la defensa de los derechos humanos.

Prejuicio cifrado por Shalini Kantayya

En marzo de 2021, el premio fue para Prejuicio cifrado (Coded Bias), una película en la que la directora Shalini Kantayya revela convincentemente la amenaza que supone la inteligencia artificial para nuestras libertades a causa, por ejemplo, de los prejuicios racistas y sexistas que se incorporan a los algoritmos. El jurado de la OMCT también escogió la película porque muestra que, gracias al empeño, nuestro futuro puede ser mejor que la distopía que vivimos actualmente.

El festival también es conocido por sus debates sobre cuestiones candentes del ámbito de los derechos humanos. El Secretario General de la OMCT Gerald Staberock participó en uno de los eventos más destacados: Belarús: ¿una dictadura agonizante?, junto con la candidata presidencial de la oposición Svetlana Tijanóvskaya y el reconocido activista de derechos humanos Ales Bialiatski, fundador del grupo de derechos humanos Viasna (“Primavera”). Cuatro meses después, Ales Bialiatski fue detenido en Minsk por acusaciones falsas y encarcelado junto con la mayor parte de la cúpula de Viasna.

En Túnez, un festival de cine entre rejas

En Túnez, la OMCT continuó llevando el Festival de Cine de Cartago a los centros penitenciarios, tal y como lleva haciendo con éxito desde 2015. De los 13.235 presos que vieron películas y documentales, 765 asistieron también a los debates con directores y actores. Después de ver Capitanes de Zaatari, la historia real de dos jóvenes refugiados sirios en Jordania que se convierten en futbolistas profesionales, un preso de 38 años afirmó: “Igual que los personajes de la película pudieron cumplir su sueño aunque su país estuviese en guerra, nosotros también tenemos sueños que podrían hacerse realidad cuando salgamos”.

Durante esta edición, un equipo de tres presos acompañó al festival en los centros penitenciarios y realizó un corto documental muy aplaudido durante su proyección en la ceremonia de clausura del Festival de Cine de Cartago.